miércoles, 27 de junio de 2007

Consejos para la preparación de tus exámenes (tomado de Universia)

El lugar

Empezá por el lugar donde tenés que estudiar. Es importante: vas a estar muchas horas sentado y tenés que poder concentrarte fácilmente. Una postura incómoda (por ejemplo utilizar una silla o mesa inadecuada), o una mala temperatura (excesivo frío o calor) son variables que tenés que tener en cuenta. Debés pensar en tu comodidad: ¿Te molestan los ruidos? ¿Preferís sentirte acompañado estudiando en una biblioteca? Elegí el ambiente que te motive más para estudiar, bien ventilado pero con una temperatura adecuada, sin ruidos y con todo lo que necesitás a mano (apuntes, manuales, diccionarios...), sólo o con compañeros que te apoyen...

Tu estado físico
Un exceso de vida sedentaria genera un deficiente rendimiento intelectual que se empeora en quienes llevan una comida inadecuada y los que no practican deporte. Es muy importante una alimentación variada, sin exceso de grasas, con presencia de verduras, frutas y demás, evitando siempre los excesos. También es aconsejable la práctica regular de algún tipo de deporte o ejercicio físico: tu capacidad de concentrarte y tu rendimiento mejorarán. Deberías llevar una vida regular en la que no rebajes las horas de sueño: es fundamental dormir bien y suficientemente. No te engañes: son tres, cinco...o más años de esfuerzo que pueden pasar factura.

Tu estado psíquico
Los recientes aportes sobre la inteligencia emocional destacan la importancia de tu estado psíquico. Por lo que tendrías que recurrir a todos los factores que pueden motivarte en tus estudios. Pensá en ellos y tratá de ilusionarte con lo que hacés en cada curso. Lo mejor es establecer unas metas realistas y alcanzables para reducir el riesgo de estrés o frustración de los potenciales fracasos.
Afrontá y tratá de superar tus problemas personales: compartilos con tus amigos, padres,etc. No te dejes "aplastar" por pensamientos que te impidan la concentración. Te vas a sentir mucho mejor si los compartís. Recurrí, si es preciso, a los servicios especializados de psicológicos, psicopedagogos, etc.
Seguramente habrá materias que no te agraden. Tratá de motivarte desde otras perspectivas: incrementar tu capacidad de trabajo y asimilación de temas difíciles.Tratá de tomarlo como un reto.
Es lógico que haya cosas que no entiendas. El aprendizaje es un proceso progresivo. Date tiempo y una oportunidad. No te desanimes, ni tires la toalla. Nada se te resistirá si vos resistís.

La preparación
Es inteligente planificar el tiempo en el estudio. Suele ser útil establecer metas diarias. Estudiar tan sólo los últimos días del examen, deja al factor suerte la probabilidad de superarlo. Considerá al estudio como una rutina diaria a la que debés aplicar dosis de motivación. Dedicá un número mínimo de horas continuadas, sin interrupciones: comprobarás mejores resultados. Repasá periódicamente esquemas breves: así vas a mejorar tu capacidad de retención y de recordar.
Tus apuntes son el resultado de lo que trabajaste en clase. Son el primer aviso. Debés revisarlos inmediatamente después de cada clase; completarlos, trabajarlos, hacer esquemas, identificar dónde están los problemas de comprensión, etc.
Tratá de comentar con tus compañeros los problemas: pueden ayudarte o, al menos, te consolará saber que ellos también tienen dificultades.

Estudiá activamente. Realizá esquemas, subrayá, anotá en los márgenes, etc. Pasá a limpio lo que no entiendas. Contrastá tus notas y apuntes. Tratá de asociar imágenes e ideas con tus percepciones. No desprecies las técnicas de estudio y de lectura rápida: cuando incrementen la productividad de las muchas horas que debes dedicar al estudio en una carrera, merecerán la pena. Te liberarán tiempo.
Es fundamental tener buenos materiales de apoyo. Intentá comprender y profundizar sobre tu área: te hará más fácil lo incomprensible. A través de Internet podés acceder a material de apoyo de todo tipo; consultá con el profesor si el nivel de lo encontrado es o no aceptable.
Cuando tengas una razonable preparación, simulá la realización de un examen (conseguí exámenes anteriores).

En el examen, dedicá algunos minutos a pensar sobre las preguntas, concentrá tus esfuerzos, no disperses tiempo en respuestas que no sabés. Si tenés una duda razonable preguntá al profesor, quizás puede darte una pista que solucione la confusión.

Tu Futuro
Pensá en el futuro y en la posibilidad de ejercer una profesión con éxito durante toda tu vida. No desperdicies tu tiempo de Universidad. No hagás caso a aquellos profesionales que afirman no haber aprendido nada en la Universidad. Pensá que, aunque muchos conocimientos teóricos están lejos de lo que se aplica en la realidad, esta última cambia y lo único que te permitirá comprender una realidad cambiante, son los fundamentos más básicos y teóricos.
Motivate pensando que el estudio incrementa tu capacidad de trabajo, entrená tu mente y se ampliará tu capacidad de asimilación y comprensión: no desprecies este bagaje en tu futura vida profesional.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos consejos, bien fundamentados y de argumento valido...pero...¿se ha olvidado el que posteo esto q el estudiante promedio de esta facultad llega al examen con dos litros de cafe adentro y mas de una noche sin dormir..??, por favor;ni siquiera nos detengamos en nuestro estado psiquico..